La luz de mi vida (Casey Affleck, 2019)
La luz de mi vida (Casey Affleck, 2019)

Casey Affleck, director de La luz de mi vida

Casey Affleck | La luz de mi vida es una historia de padre e hija, una his­toria pospandémica, una historia de humanos contra na­turaleza, una historia de invasión de hogares, una his­toria de madurez y un cuento de hadas.

Pero como indica el director de la cinta, Casey Affleck, «es sobre todo es una historia de amor paternal. Co­mo cineasta, me atraen las historias que ponen de relie­ve nuestra humanidad compartida. Como padre de dos hijos, les he contado muchos cuen­tos para dormir. Para mantener las cosas interesantes comenzaría con un nuevo personaje en una nueva situación imposible y vería si podía encontrar para ellos un camino creíble ha­cia una conclusión triunfante».

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La luz de mi vida es una historia así. «Es una película muy personal para mí. Comencé a escribir esta historia ha­ce una década. A medida que mis hijos crecieron, la ex­periencia de ser padre cambió. La historia que estaba con­tando cambió. Después de pasar por un divorcio, la his­toria tomó su forma final».

A pesar de la ciencia ficción, «esta es una historia so­bre ser un padre soltero que sufre la pérdida de un nú­cleo familiar, en el centro de esta película se encuentra un niño de 11 años, muy cerca de convertirse en un adul­to joven. El otro personaje principal es el padre, conocido solo como “papá”. El evento catastrófico que precipita nuestra historia, una premisa de ciencia-ficción, busca ele­var los riesgos de un conflicto antiguo y universal en­tre padres e hijos: un padre quiere proteger y enseñar a su hijo, pero un hijo quiere defenderse y aprender por sí mismo».

En el mundo que presenta la película, «donde la ame­naza para el niño es tan grave, este drama universal se convierte en una decisión de vida o muerte. ¿Cómo apren­de un padre que no puede proteger a su hijo de to­dos los peligros del mundo, sino que su trabajo es prepararlo para que se proteja a sí mismo? Mientras que el título de la película se toma prestado de una línea hablada por una madre a su hijo en la obra de teatro Andrómaca, de Eurípides, muchas de mis pe­lículas favoritas de hoy en día me han influido tonal y estilísticamente. Sin recurrir a una sola fuente de ins­pi­ración, revelo lo mucho que mi proceso narrativo de­pen­de de las historias que me han contado durante to­da mi vida, desde El hombre elefante hasta Único testigo, pasando por Hijos de los hombres«.

Por esta razón, «la historia que el padre cuenta a su hi­jo al principio es también la historia en la que el niño ba­sa su propia independencia narrativa más adelante. Esta fue hecha por 124 personas, y son, en diferentes grados, sus historias también».

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