Belle

Los clásicos son siempre actuales y Belle viene a recordarlo. Se trata de una nueva versión de La Bella y la Bestia, con homenaje explícito a la versión Disney, que se dirije a la generación actual, en pleno metaverso.

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Suzu es una adolescente extremadamente tímida. En realidad lleva años traumatizada por la muerte de su madre, que se ahogó al salvar a un niño. Desde entonces vive sola con su padre y no se relaciona con nadie, a pesar de la amabilidad que le muestran vecinos y compañeros. Solamente en el mundo virtual U, donde conviven 5.000 millones de personas ocultas por sus avatares, Suzu puede ser ella misma. Allí se transforma en Belle y da rienda suelta a su poderosa voz y sus magníficas melodías. Pero ni siquiera el metaverso es ideal. Belle conoce a la Bestia, presiente que tras ese avatar se oculta un alma sensible y se propone descubrir quién es, al precio de revelar al mundo U quién es Belle.

Tal vez el nombre de Mamoru Hosoda no diga nada al gran público. Este director comenzó su andadura rodando capítulos de Digimon y de One Piece para televisión. Llamó la atención por su película La chica que saltaba a través del tiempo, basada en una historia suya, para la que Satoko Okudera escribió el guion. Entonces fundó (cofundó) el estudio Chizu, con el que ha rodado cuatro películas: Los niños lobo, El niño y la bestia, Mirai, mi hermana pequeña y Belle. Todas ellas abordan el tema del final de la adolescencia. Las tres primeras consiguieron el premio a la mejor película de animación del año en Japón, y una, Mirai, fue candidata a la estatuilla de Hollywood. Belle competirá por el Oscar.

Belle es la mejor película de Hosoda hasta la fecha. La concepción es grandiosa, la acción salta del mundo real al mundo virtual cada uno con una estética diferente. El mundo real puede ser plano y gris, también puede ganar color y relieve, según el estado de ánimo de la protagonista. El mundo virtual es una explosión de formas y colores, donde todo es posible y se hace posible. Y es el decorado donde la misteriosa protagonista despliega su arte ante la mirada atónita de miles de millones de espectadores. Dos secuencias maravillosas encuadran esta película. La primera, Belle aparece cantando sobre el lomo de una ballena que flota en medio de unos rascacielos; la última, Sizu se despoja de su avatar y canta coreada por todo el metaverso. No hace falta decir que hay mucha música y que algunos de sus temas son realmente buenos.

Los temas de fondo no son originales, las redes sociales y el metaverso, que pueden ser terapeúticas para algunos, nefastas para otros, especialmente si solo sirven para huir de la realidad y cultivar el anonimato.