Sólo quiero caminar: Pasos en falso
Tras la aventura de proporciones mastodónticas que supuso Alatriste, Agustín Díaz Yanes vuelve con su cuarta película de algún modo a sus orígenes, a las historias de mujeres fuertes e independientes condenadas a sobrevivir en los ambientes más hostiles.
Se toma tan en serio este retorno al pasado que incluso recupera trece años después a la protagonista de su opera prima, la Gloria Duque (Victoria Abril) de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto. Duque está esta vez acompañada de otras tres mujeres: Aurora (Ariadna Gil), Ana (Elena Anaya), hermana de ésta última, y Paloma (Pilar López de Ayala). Las cuatro se ganan la vida a medias entre los atracos y la prostitución, hasta que Aurora es encarcelada y Ana se casa con Félix (José María Yazpik), un traficante mexicano que la maltrata hasta dejarla al borde de la muerte. La dos amigas restantes dedicarán a partir de ahí sus esfuerzos en sacar a Aurora de la cárcel e ir a México D.F. a vengarse de la banda de Félix.
A pesar del guiño a su opera prima, el director madrileño asegura que no se trata de una secuela ni de una segunda parte, y es que es cierto que, pese a compartir ciertas señas de identidad como la primacía femenina y el coqueteo con el cine negro y social, el estilo y tono de Sólo quiero caminar y Nadie hablará de nosotras… son marcadamente distintos.
Su nueva película deja a un lado el intimismo de la primera para dar paso a un cóctel de géneros en el que se otorga un papel preponderante a la acción y al sexo burro. Se percibe una deuda evidente con las “gangsteradas” de Tarantino y Scorsese, que se mezclan con referencias explícitas y constantes a Pretty woman y Grupo salvaje, y diálogos almodovarianos en fondo y forma.
Si todo ello suena a un combinado difícil de digerir y de hacer funcionar es porque lo es; Díaz Yanes falla tanto a la hora de dotar de cohesión y estructura a su historia que ésta pierde toda lógica, convirtiéndose en un imposible el llegar a conocer el cómo y el porqué de las motivaciones de los personajes, quedándose la mayoría de ellos en un trazo a medias. Tampoco está fino el director en su acercamiento a la violencia irónica tarantinesca y sus salidas de pata de banco, demostrando que es realmente difícil rodar ese tipo de secuencias sin caer en la ridiculez o en la autocomplacencia.
No es demasiado, pues, lo que se puede rescatar de esta cinta fallida, si acaso el carisma de los actores y un aspecto importante que nos hace albergar esperanzas para el futuro: la capacidad de generar un gran impacto visual en momentos puntuales de Díaz Yanes sigue intacta, y el día que vuelva a escribir un guión que se acerque a la fuerza de aquél con el que debutó, seguramente volveremos a aplaudir a uno de los directores más estimulantes que ha dado el cine español en las últimas décadas.
Ficha Técnica
- Dirección: Agustín Díaz Yanes,
- Guion: Agustín Díaz Yanes,
- Intérpretes: Ariadna Gil, Elena Anaya, Victoria Abril, Diego Luna, Pilar López de Ayala,
- País: España/México, 2008
- Fotografía: Paco Femenía
- Montaje: José Salcedo
- Música: Javier Limón
- Duración: 120 minutos
- Público recomendado: Adultos
- Distribuidora: Fox
- Estreno: 31.X.2008