Colmillo Blanco

Colmillo Blanco: London animado

· La nueva versión cinematográfica de Colmillo Blanco es del animador francés Alexandre Es­pi­gares, ganador de un Oscar al mejor cortometraje animado en 2014 con Mr. Hublot.

Colmillo blanco cuenta la historia de un extraordinario perro lobo y la de los humanos que sucesivamente fue­ron sus amos, en el Yukón canadiense durante la fiebre del oro a fines del XIX.

La gran novela de Jack London, publicada en 1906 cuan­do el novelista cumplía los 40 años, ha envejecido muy bien. Es un canto al Gran Norte, a los espacios abier­tos, a la vida sencilla… También un desprecio a la co­dicia de los hombres (blancos) por un testigo de las situaciones que relata, reportero por aquel entonces.

La nueva versión cinematográfica (hay varias, algu­nas excelentes) es del animador francés Alexandre Es­pi­gares, ganador de un Oscar al mejor cortometraje animado en 2014 con Mr. Hublot.

Espigares ha tenido un presupuesto ajustado y ello le obliga a utilizar y a buscar recursos narrativos fuera de los senderos tradicionales de la animación. Hay una mez­cla de estilos pictóricos, diferentes para humanos, pe­rros y lobos. Para los humanos usa grandes masas de co­lor en un gesto expresionista. Se emplea con acierto la captura de movimiento. Los paisajes del Gran Norte, los colores otoñales, las luces, las texturas son bellos y ex­presivos.

Los guionistas han simplificado bastante la novela, pe­ro respetando su espíritu, de manera que se reconoce el texto de London. Hay pocas concesiones al sentimen­ta­lismo y se evitan blandas compensaciones para superar los malos tragos. El recurso al fuera de campo en las pe­leas es inteligente, como también plantear numerosas se­cuencias a vista de perro, evitando ñoños antropomor­fis­mos.