Secret State, de Ed Fraiman y Robert Jones

Secret state: Intensa intriga política

La miniserie, emitida por Channel 4, dividió a la prensa británica, que por un lado cargó contra el guión y por otro destacó su habilidad.

Los británicos siguen siendo los amos y señores de las miniseries y de las series de pocos capítulos. La miniserie que nos ocupa es un exponente de có­mo lograr un relato tenso e intenso con pocos medios, una realización discreta y un reparto for­midable (no en vano la directora de casting es Ni­na Gold, que entre otros trabajos recientes tiene en cine Los miserables, El discurso del rey, Jane Eyre, Another year; y en TV, Juego de tronos y John Adams).

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La miniserie es la segunda adaptación de la nove­la A very british coup, escrita por el primero periodista y luego político laborista Chris Mullin, que fue parlamentario en el periodo 1987-2010. La obra se publicó en 1982 y se adaptó con el mismo título co­mo miniserie en 1988, con un éxito considerable de público y crítica. Ganó 4 BAFTAS y el Emmy.

Treinta años después de ser publicada, la novela sir­ve de inspiración a un thriller político que cuenta las peripecias de Tom Dawkins (un excelente Gabriel Byrne), vice primer ministro con elecciones en puertas que tendrá que enfrentarse a la inesperada muerte del Premier, a un trágico accidente en una industria petroquímica y a una trama financie­ra llena de implicaciones.

La miniserie, emitida por Channel 4, ha dividido a los periódicos británicos, que por un lado cargaron contra el guión de la serie y por otra la alabaron por su habilidad. Y es que, en algunos mo­mentos, la trama es ciertamente tosca y poco creí­ble -por populista y poco sutil y por un par de per­sonajes- pero sabe enganchar al espectador mostrando el conflicto de una manera inteligente, obviando lo secundario y centrándose en el personaje del Primer Ministro en funciones.

Periodistas, financieros sin escrúpulos, prepotentes presidentes de bancos, altos jerarcas del ejérci­to, divisiones en el partido para ver a quién pre­sentan como candidato, agentes secretos… Todo se cuenta con agilidad, en secuencias intensas interpretadas con una pasmosa naturalidad por un cas­ting que se pone el mono de trabajo para cubrir las deficiencias del guión y una puesta en escena muy sencilla. Y muy eficaz.