Festival de San Sebastián 2005. Crónica diaria

Festival San Sebastián 2006
Festival San Sebastián 2006

Festival de San Sebastián 2005. Crónica diaria

Un año más en San Sebastián (Festival de 2005). Tiempo espectacular, tremenda la tentación de la playa, tan cercana. Pero hay que engullir cinco películas diarias, más alguna que otra rueda de prensa. Así que suerte, valor y al toro. Este año hemos tenido un pequeño problemilla: es que no había toro. La sección oficial contaba con algunas películas simpáticas pero poco más. El cine más interesante estuvo en las secciones paralelas, aunque tampoco para matarse. Lo mejor, la posibilidad de charlar con Lone Scherfig, la directora danesa de Italiano para principiantes y Wilbur se quiere suicidar. Mujer inteligente, simpática y guapa. Un apretado resumen es lo más adecuado para una floja edición de un Festival cada vez más necesitado de un golpe de timón.

Día 1: Obaba, la última película de Monxto Armendáriz, daba el pistoletazo de salida a diez días de cine sin descanso. Obaba queda muy lejos de las expectativas y desilusionó a la crítica con unas historias mal hiladas y unas interpretaciones bastante flojitas. El día mejoró con la llegada del coreano Kim ki-Duk, premiado por la Fipresci por Hierro 3. El realizador contestó a todas nuestras curiosidades (que no son pocas) sobre su película. Por la noche, el Festival nos daba la bienvenida con una fiesta en el hotel María Cristina.

Día 2: Un asiduo del Festival, Winterbottom, presentó su comedia A cock and bull story, una película con un brillante y muy divertido arranque, que va perdiendo gas y termina cansando. El día continuó con la china Sunflower, que cuenta la vida de un pintor desde niño hasta su madurez en la China comunista, una película correcta pero bastante lineal que convenció al jurado y se llevó el premio a mejor director y mejor fotografía. Ya entrada la tarde, tocaba el turno al argentino Fabián Bielensky. El director de Nueve reinas ha hecho un thriller bastante interesante, El aura, con Ricardo Darín a la cabeza.

El aura (2005)
El aura (2005)

Día 3: Se presenta Drabet, del danés Per Fly, que vuelve -debe tener algún amigo en la organización o un chalet en Hendaya- a hablar sobre los mismos temas con el mismo tono dramático de otras veces. Menos mal que el equipo de Camarón desembarcaba en la Concha para amenizarnos el mediodía con la música del cantaor. Pena que la película (fuera de concurso) sea tan poca cosa. Más tarde otro equipo español llegaba para presentar su película, los sevillanos de 7 vírgenes, una cinta muy poco original que proporcionó la discutible Concha de Plata a Juan José Ballesta, por repetir su papel de El bola.

Día 4: Después de tres días bastante anodinos en la sección oficial, pudo verse la ganadora del galardón al mejor guión, la alemana Verano en Berlín. Buena acogida del público para una cinta fresca y bien interpretada, con un guión agujereado y alguna historia muy poco creíble.

Día 5: La francesa Je ne suis pas là pour être aimé consiguió una llamativa ovación en un día marcado, nuevamente, por la falta de nivel. April Snow repetía una historia que ya habíamos visto mucho mejor contada en Deseando amar. Pero quedaba el remate, dos películas muy endebles: la española La vida perra, de Juanita Narboni, y la argentina Iluminados por el fuego, premio especial del Jurado, seguramente por aquello de haber ganado el año anterior la ayuda del certamen Cine en Construcción. Otra explicación es sencillamente improbable.

Día 6: Rebasado el ecuador del Festival llegó la ganadora de la Concha de Oro, la checa Something like happiness, historia de una comunidad de vecinos que gira en torno a una dulce buena samaritana, Concha de Plata a la actriz protagonista.

La sencillez de esta película daba paso al excentricismo de Terry Gilliam y su Tideland, una de las más polémicas. Despliegue de creatividad en una película excesiva y de moralidad bastante discutible. Por supuesto, la Fipresci se apresuró a premiarla, a pesar de las chulescas declaraciones de Gilliam tildando de imbéciles a los críticos que no tenían buena opinión de la película. Abucheos en la lectura del palmarés.

Malas temporadas de Manuel Martín Cuenca
Malas temporadas de Manuel Martín Cuenca

Día 7: El séptimo día tomaba un tono negrísimo con la proyección de Defosaenfosa. La tarde comenzó con el sopor de la brasileña O veneno da madrugada, que hizo aún más absurdo saltarse la siesta. El día terminó con la española Malas temporadas, de Miguel Martín Cuenca, del que se esperaba mucho más en su segunda película. Muy ambiciosa y bienintencionada, pero no demasido bien resuelta.

Día 8: La cosa va llegando a su fin, afortunadamente. Entre ses mains, una película francesa bastante insulsa, no cambió el signo de un partido mediocre. Luego, Bang bang orangutang, arriesgada en su puesta en escena, elige un lenguaje bobalicón y a ratos desagradable para contar una historia interesante.

Día 9: Sólo quedaba por ver una película en competición, Sud express, película española que aborda varias historias muy humanas con un nexo de unión, las vías de un tren, una película menor con momentos muy buenos. Y finalmente, The world’s fastest indian cerró la 53 edición, una película con un intenso tonillo Disney inapropiada para cerrar un festival de categoría A, para más inri, sin cine norteamericano en la sección oficial.

Lo mejor de San Sebastián 2005

El arco
Kim ki-duk vuelve a utilizar sus recursos habituales para contar una historia diferente pero igualmente bella y poética.

Match Point
Woody Allen se aleja de su habitual tono cómico y dirige un drama moral, con grandes interpretaciones.

Match Point (2005)
Match Point (2005)

Broken flowers
Bill Murray construye un personaje en la línea de Lost in translation en la nueva película de Jarmusch. Una comedia un poco lineal pero muy divertida.

La pequeña Lola
Tavernier aborda con solidez un tema de gran calado pero quizás falta hondura en el guión.

Vers le sud
El turismo sexual contado desde la visión de unas mujeres maduras, una película dura que vista adecuadamente resulta muy interesante.

The cave of the yellow dog
Construida con anécdotas mínimas, la película está llena de belleza.

Wallace & Gromit: La maldición de las verduras
Una película divertida e inteligente. Maravillosa animación en plastilina.

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